El “No” al Acuerdo de Paz se impone en Colombia por un estrecho margen

Contra todos los pronósticos, el “No” al Acuerdo de Paz firmado entre el Gobierno colombiano y las FARC el pasado 26 de septiembre se impuso en el referéndum celebrado en el país por una mínima ventaja (un 0,46% de diferencia con el “Sí”).

Pese a que el resultado no era el esperado ni por las partes implicadas ni por la comunidad internacional tanto el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, como el líder de las FARC, Rodrigo Londoño, se han mostrado partidarios de seguir apostando por la paz. Se trataría, por tanto, más de un punto y seguido, que obliga al replanteamiento de los mecanismos para consolidar el proceso de paz, que de una ruptura.

Incluso el Centro Democrático, partido liderado por el expresidente Álvaro Uribe y que fue durante la campaña el principal defensor del “No”, considera que para la negociación que se plantea a continuación “no hay que arrancar de cero porque hay muchos elementos que están bien construidos”. La segunda guerrilla del país, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), por su parte, ha pedido “continuar buscando una salida negociada al conflicto armado”.

El presidente Juan Manuel Santos se ha comprometido a convocar “a todas las fuerzas políticas, y en particular a las que se manifestaron por el "No", para escucharlas, abrir espacios de diálogo y determinar el camino a seguir”.

La comunidad internacional, por su parte, coincide en que se trata de un obstáculo transitorio en el camino hacia la paz definitiva más que en una situación irreversible. En un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, El Gobierno de España animó a las partes implicadas a que “a través del diálogo busquen puntos de encuentro y unidad que hagan realidad ese deseo compartido de paz. España ha venido apoyando desde siempre las iniciativas de paz de los diferentes gobiernos de Colombia y seguirá estando al lado del pueblo y del gobierno de Colombia en los esfuerzos por conseguir la paz que Colombia tanto merece”.

Con respecto al referéndum en sí, se celebró sin incidentes, “en un contexto de convivencia cívica y normalidad democrática” según el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación. El hecho de que a pesar de lo ajustado del resultado no se hayan producido denuncias de irregularidades se ve como una muestra de madurez democrática en Colombia. Esto, unido a la disminución de actos violentos y el compromiso de los grupos guerrilleros de buscar una salida pacífica al conflicto, permiten afrontar el nuevo proceso que se abre a continuación con esperanza y en un ambiente de tranquilidad tanto política como económica.